1.3 Confiemos en nuestra propia experiencia
Un buen punto a recordar es que, cuando no hay nada en que creer, tampoco hay nada de que dudar! Puesto que no estamos tratando de inventar nada, no perderemos el tiempo preocupándonos por si estamos viendo o no lo que estamos viendo. Confiemos en nuestra propia experiencia.
Mantengámonos practicando de acuerdo con estos sobrios principios y la clarividencia florecerá, creciendo en precisión y fiabilidad. A medida que las percepciones comiencen a repetirse a sí mismas, se hará cada vez más fácil confiar en ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario