domingo, 27 de julio de 2014

EL DESPERTAR DEL TERCER OJO 10

EL DESPERTAR DEL TERCER OJO 10

3.10 Los misterios del espacio

Mientras se practica ISIS - las técnicas Clairvision de regresión - no es raro volver a experimentar la condición del embrión durante los días que siguen a la concepción. El feto puede sentirse "bañándose" en el espacio púrpura. El espacio púrpura lo rodea por completo, como si fuera un mar. El embrión es diminuto y el espacio alrededor da la sensación de ser inmenso. Dicho espacio no es distinto del espacio púrpura que se percibe en el tercer ojo, durante las fases cuarta y quinta de la meditación del tercer ojo.
Para el embrión, el espacio está fuera y alrededor de sí mismo. Pero para nosotros el mismo espacio está dentro. Para entrar en el espacio, uno se ha de retirar hacia dentro y atravesar el portal del tercer ojo. En los Upanishads, el ser humano es comparado con una ciudad con diez puertas. Nueve de dichas puertas abren hacia afuera y sólo una hacia adentro. Las nueve exteriores son los dos ojos, las dos orejas, las dos fosas nasales, la boca, el ano y el órgano generador. La décima puerta es el tercer ojo o ajña-cakra, el cual no está abierto al mundo externo sino al espacio interior.
Así que, lo que estuvo fuera para el embrión, ahora está dentro para nosotros. Durante el proceso embrionario por el que se construye el feto tiene lugar una interiorización del espacio astral. Es una inversión fascinante, mediante la cual el interior se convierte en exterior y el exterior se convierte en interior. Y en la muerte sucede todo lo contrario: lo individual se reintegra en el espacio.
Esto nos conduce a un entendimiento más profundo de la palabra "existencia", empleada para describir el período de vida en la Tierra. En latín ex significa fuera y sistere significa tomar posición. Existencia, por lo tanto, significa tomar posición fuera, esto es, salir del espacio. Existir es la salida temporal del espacio que se experimenta entre el nacimiento y la muerte.
Ahora puede entenderse la sensación de alivio y desahogo que se siente en el corazón cuando uno se sumerge en el espacio púrpura durante la meditación. Es como si de repente el corazón fuera liberado de todas las presiones de las distintas encarnaciones vividas, de todos los problemas de la existencia - suficiente para sentirse mucho más ligero!-. Uno de los resultados de la iniciación es establecer una conexión permanente con el espacio sin perder el anclaje con la Tierra. Se puede disfrutar de la paz del espacio cósmico y, al mismo tiempo, permanecer plenamente involucrado en las actividades diarias. Pasado un determinado nivel, esta alegre ligereza se queda para siempre en el corazón, sin importar lo que pueda suceder afuera.
Debe quedar patente que el propósito del estilo de trabajo de Clairvision no es sacar al individuo fuera de la encarnación para llevarlo a un paraíso flotante y feliz, sino prepararle para el trabajo de alquimia interior, la transformación de la sustancia íntima de sus cuerpos. El propósito es conseguir la iluminación aquí y ahora, en medio del embrollo cósmico que es la vida moderna. Paradójicamente, conectando con el espacio se crea una libertad interior que nos permite estar en el mundo de una manera más plena.

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