EL DESPERTAR DEL TERCER OJO
Fase 5
Tan pronto como perciba la más leve sensación de vibración o picazón, presión, pulsación, peso o densidad, debe proceder del siguiente modo: conecte la fricción en la garganta con la sensación del entrecejo.
Conectar significa estar simultáneamente consciente, tanto de la fricción en la garganta como de la vibración (o picazón, densidad, presión...) en el área entre las cejas. Conforme se procede de este modo, la conexión entre la energía de la fricción en la garganta y el tercer ojo se va percibiendo cada vez con mayor claridad.
A medida que se combina con la fricción en la garganta, cambiará la vibración, haciéndose más sutil a la vez que más intensa.
Si se siente vibración o picazón en cualquier otra parte del cuerpo - por ejemplo en toda la frente, los brazos, o incluso en todo el cuerpo - no hay que prestar atención a la misma. Se trata de permanecer consciente de la vibración (o densidad, presión...) en el área entre las cejas.
Continúe con la realización de esta fase durante unos diez minutos, fortaleciendo la vibración en el entrecejo mediante la conexión con la fricción en la garganta.
Recuérdese que no hay que imaginar ni visualizar nada. Se trata de fluir con lo que venga.
Fase 6
Interrumpa la fricción en la garganta.
Ya no hay que enfocarse en la vibración.
Permanezca con los ojos cerrados, consciente únicamente del área del entrecejo durante otros diez minutos (o, preferiblemente, algo más).
Hay que estar absolutamente inmóvil, sintiendo la energía en torno a uno mismo. Cuanto más inmóvil se esté, más intensa será la sintonía.
Obsérvese si puede percibirse alguna sensación de luz o de colores en la zona del entrecejo.
Comentarios
- No hay que concentrarse o "agarrar" el área del entrecejo, sino mantener un foco muy suave en dicha área. Con una concentración excesiva únicamente se conseguiría bloquear el proceso. No se trata de "hacer", sino de predisponerse a que las cosas sucedan por sí solas.
- Enfocarse en el área del entrecejo quiere decir, sencillamente, estar consciente de dicha área, y no - por el contrario - dirigir los globos oculares como si se tratara de observarla. En el caso de que se efectuaran dichos movimientos con los ojos, se originaría una tensión que se interpondría y distorsionaría el curso natural de la experiencia. Es decir, los ojos no hay que dirigirlos hacia ninguna parte en particular. Este comentario es de aplicación para las demás prácticas contenidas en el presente libro.
- Al principio es normal experimentar una vibración (o presión, densidad...) en otras zonas de la frente o de la cara. Cuando esto ocurra, no debe prestarse atención a dicha vibración, sino enfocarse en la vibración del entrecejo, conectándola con la fricción en la garganta. Con la práctica, todo será sencillo.
- Si se practica con amigos debe comprobarse que no se está tocando a nadie, al objeto de evitar transferencias indeseadas de energía.
- Si la experiencia se hace excesivamente intensa, lo único que hay que hacer es abrir los ojos, con lo cual se volverá al estado normal de conciencia.
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