Cómo Despertar el Tercer Ojo La Visión X
5.10 La naturaleza de la mente es la sujeción
Cuál es la parte de uno mismo que se retrae cuando se realiza el ejercicio anterior (sección 5.9)? Es el plano de la conciencia mental ordinaria, el cual se corresponde con el cuerpo astral del Vocabulario Clairvision (y del vocabulario de Steiner) y al manas de la tradición hindú. Es un plano que funciona mediante la reacción. Los maestros tibetanos emplean un vocablo muy adecuado para describirlo: sujeción. Obsérvese cómo opera normalmente la mente. A la mente llega un pensamiento, por ejemplo acerca del frigorífico. Inmediatamente, la mente sujeta dicho pensamiento y lo encadena a otro. Es como una reacción al pensamiento previo. Se piensa, "tengo que ir al supermercado para llenar el frigorífico". Y entonces ocurre otra sujeción, y se conecta otro pensamiento con el primero: "también tengo que pasar por el banco"... y así sucesivamente. Se teje una cadena de pensamientos, la cual nos lleva lejos del pensamiento original.
Durante el contacto visual la propia experiencia confirmará lo adecuado del término "sujeción" para describir esta pequeña aunque rápida reacción que nos hace perder la percepción de la imagen borrosa y nos proyecta hacia atrás en la imagen física nítida. Cuando esto ocurra, seguro que se siente una especie de contracción pequeña - no una contracción física, sino una sujeción de la mente.
La percepción sutil requiere dejarse llevar, y eso es exactamente lo que la conciencia mental ordinaria - la mente-manas - no puede asimilar. La mente tiene que sujetar, pues esa es su verdadera naturaleza. La mente-manas nos sujeta hacia atrás, hacia la imagen física, del mismo modo que un músculo del cuerpo físico se tensa en una situación de estrés emocional.
Es fundamental que nos mantengamos observando cuidadosamente este proceso. Volvamos al foco en el tercer ojo y en el estado de visión, dejemos que la imagen se altere de nuevo... y, de repente, aparecerá otra sujeción de la mente, y desaparecerán todas las percepciones. Cuando un maestro como Sri Aurobindo dice que una mente silenciosa es prerrequisito para la experiencia yóguica más elevada, no está implicando otra cosa que la erradicación de dichas sujeciones. Cuanto más se observen las sujeciones, más aparecerán como algo superpuesto a la propia percepción natural.
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