TERCER OJO LOS MISTERIOS DE LA LARINGE III - C
Pero volvamos a Steiner y veamos sus visiones acerca del futuro del órgano de la voz humana. Steiner consideraba - dentro de la tendencia de la evolución humana - que la importancia de ciertas partes del cuerpo se está desvaneciendo lentamente, mientras que otros órganos jugarán un papel cada vez más esencial en el futuro. Los órganos sexuales pertenecen a la primera categoría, mientras que la laringe pertenece definitivamente a la segunda.
Steiner ha mencionado con frecuencia que hacia la mitad de Lemuria (la época que precedió a la Atlántida), tuvo lugar un evento crucial en la historia oculta de la humanidad. Hasta entonces, la líbido de los seres humanos estaba todavía dirigida por entero a la procreación, de modo que cada ser humano era capaz de generar descendencia por y de sí mismo. Esto es, todos éramos hermafroditas. Un solo ser humano podía dar a luz a otro ser, sin precisar ser fecundado por nadie. Obsérvese que el concepto de que los seres humanos primordiales eran hermafroditas no solo se encuentra en Steiner, sino también en mitos de tradiciones muy diversas.
Asimismo Steiner describe cómo, en medio de alteraciones cataclísmicas del planeta Tierra, los seres humanos perdieron la mitad de su energía procreadora. Dejaron de ser hermafroditas: los sexos fueron separados. Cada ser humano únicamente retuvo la mitad de la energía procreadora y, desde entonces, tuvo que encontrar a alguien del otro sexo para poder tener descendencia. Qué le sucedió a la otra mitad de la energía procreadora, la que ya no estaba disponible para la procreación? De acuerdo con Steiner, fue redirigida hacia una función diferente: agarrar el Ego, o Ser Superior. Hasta entonces, los seres humanos habían vivido como seres amorfos, completamente desconectados de su Ego. Y fue mediante la redirección de la mitad de su fuerza sexual como se estableció el comienzo de una conexión con el Ego. Se convirtieron en seres espirituales.
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