Cómo Despertar el Tercer Ojo
CAPITULO 5
VISION
Cómo Despertar el Tercer Ojo La Visión I
5.1 El camino de los buscadores de la Verdad
La visión es una de las funciones más elevadas de la conciencia humana. Es una experiencia extraordinaria que nos permite desentrañar nuestra propia inmensidad. Por supuesto, hay diferentes niveles de visión. Nuestro constante propósito es evitar la clarividencia del plano astral inferior, propia de los psíquicos de trance mediúmnico, y pasar a la "visión de la Verdad", o visión del Ser Superior, la cual es como una explosión de todas las limitaciones de la mente.
Una diferencia clave entre estas dos formas de visión es que en la primera hay fijación a las imágenes que fluyen en la conciencia. Para alcanzar la visión de la Verdad, por otra parte, uno de los secretos es llegar a estar menos interesado en lo que se ve y, en cambio, enfocarse más en el proceso de ver, dejando que el propio estado de conciencia se expanda mediante la visión. Entonces se alcanza una percepción y comprensión del universo completamente diferente. Nunca se podrá traducir adecuadamente con palabras lo que se "ve", ya que la experiencia transciende a la lógica común de la mente. Ese es el motivo que hace que la visión verdadera alimente el Espíritu y disipe las falsas concepciones del alma. La "visión" no solamente debería considerarse como una herramienta para la percepción, sino como una experiencia que tiene en sí misma un valor transformador. La visión es una modalidad expandida de la conciencia. Es un "amplificador ontológico", esto es, una forma de ser más. Si se piensa acerca de la clarividencia en estos términos, habrá mucha menor probabilidad de ser engañado por las ilusiones de la visión del astral inferior.
Uno de los errores más comunes en los principiantes consiste en esperar ver las realidades espirituales con la visión ordinaria y los ojos físicos, como si de repente las auras y los seres espirituales fueran a añadirse a las imágenes del mundo que se reciben a través de la mente. No puede ser así, ya que la conciencia mental normal es precisamente la parte de uno mismo que es ciega. Para empezar a ver, lo primero que hay que hacer es salir de la mente.
Este es el motivo por el cual recordaremos constantemente que, si se quiere "ver", hay que dejar de mirar. En otras palabras, hay que dejar de procesar y analizar imágenes tal como se está acostumbrado a hacer con la mente. Hay que dejarse elevar a una forma distinta de conciencia y permitir que "algo" suceda.
Como siempre, el principal secreto del éxito descansa en tres palabras: práctica, práctica, práctica...
Nuestro primer objetivo será conseguir efectuar algunas incursiones fuera de las imágenes de nuestra conciencia mental normal, así como obtener vislumbres de las realidades no físicas. Para cumplir este propósito se introducirán una serie de técnicas que implican hacer contacto visual. Pueden practicarse con un amigo, o bien a solas mirándose a uno mismo en un espejo. Cada una de ellas tiene sus ventajas, siendo recomendable practicar ambas variantes.
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