sábado, 19 de julio de 2014

TERCER OJO LOS MISTERIOS DE LA LARINGE III - D

TERCER OJO LOS MISTERIOS DE LA LARINGE III - D


Esta visión sugiere un modo interesante de ver la relación entre la energía sexual y la espiritualidad, así como la sexualidad en general. Por ejemplo, presenta el instinto sexual como una búsqueda de la "mitad perdida". Y, al mismo tiempo, sugiere que la mitad perdida no va a ser encontrada afuera, en la unión con otro ser humano, sino mediante la comunión completa con el propio Espíritu. También nos sugiere que la energía sexual y la energía que nos permite conectar con el Espíritu son fundamentalmente de la misma naturaleza, y que esta última no es otra cosa que una forma refinada y redirigida de la primera. Esta concepción encaja bastante bien con los sistemas Taoístas de alquimia interior, en los cuales se trabaja refinando y transmutando la energía sexual para así generar el embrión de inmortalidad, el cuerpo sutil en el que la plenitud del Ser Superior pueda ser permanentemente experimentada.
Pero volvamos a la voz. Después de que los seres humanos tuvieran la mitad de su energía sexual redirigida, hacia la mitad de la época Lemur, Steiner describe cómo aparecieron algunos órganos nuevos en el cuerpo humano. La laringe fue uno de ellos, lo cual establece una conexión directa entre la energía sexual transformada y espiritualizada y la laringe: mientras la energía sexual de los seres hermafroditas estaba al cien por cien dirigida a la procreación, no pudo formarse la laringe. Una vez que parte de la energía sexual fue refinada para comenzar a alcanzar el Espíritu, comenzó a desarrollarse la laringe.
Ahora bien, si tratamos de entender la función presente de la laringe, veremos que mediante la voz expresamos nuestros pensamientos y nuestras emociones, lo cual es un modo de darles una forma más definida. Tan pronto como se comiencen a practicar los ejercicios que se describen en los primeros capítulos del presente libro, se hará evidente que la fricción en la garganta hace que el tercer ojo sea más tangible, como si le diera forma. Se sintonizará con el tercer ojo y, tan pronto como se comience a efectuar la fricción en la garganta, el tercer ojo será inmediatamente percibido con más claridad, más intensamente.
Steiner predijo que, en el futuro de la humanidad, la capacidad de la laringe para dar forma llegará a ser excepcional, y que el poder creativo de la palabra se manifestará incluso en el plano físico: sólo con decir una palabra, se materializará el objeto correspondiente. Aunque las implicaciones parezcan asombrosas, el concepto no es, después de todo, diferente del vac-siddhi o poder creativo de la palabra que - de acuerdo con los textos sánscritos - los antiguos rishis hindúes dominaban a la perfección. Esto nos sugiere que los seres humanos están ganando gradualmente la capacidad de crear, similar a la de los Elohim del Viejo Testamento. En otras palabras, nos presenta a los seres humanos como dioses creadores en la manifestación - un tema que discurre a través de toda la tradición esotérica occidental, comenzando por el Génesis cuando Adán, habiendo comido del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, oyó al Elohim exclamar: "Contempla, el hombre se ha convertido en uno de nosotros" (Génesis 3:22). Todas estas consideraciones acerca de la laringe nos conducen a pensar que pueda haber algún significado simbólico detrás de la fábula de la Nuez de Adán (en inglós y otros lenguas llamada 'Manzana de Adán'), la cual era un trozo de la fruta del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal que se quedó atascada en su garganta.
Curiosamente, Steiner previó un paso crucial en la evolución a largo plazo de la laringe: cuando la fuerza sexual haya sido completamente transmutada, la función procreadora ya no será nunca más realizada por los órganos sexuales, sino por la laringe. Los seres humanos habrán ganado entonces la capacidad de hacer que sus niños vengan por la palabra.

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