7.9 Examen del aura
También es interesante pedirle a la otra persona que coja distintos objetos y sustancias, observando las modificaciones que ocurren en su aura. Pídale a la otra persona que sintonice con el objeto, el cual puede mantener frente al corazón y frente a diversas partes del cuerpo, viendo las posibles diferencias que ello suponga en el aura. Se sugiere, por ejemplo:
- Un recipiente de cobre.
- Una herramienta de hierro de gran tamaño (sin mango de otro material).
- La punta de un termómetro (que contenga mercurio).
- Una sartén de aluminio.
- Diversas latas de conservas alimenticias.
- Paquetes de comida congelada.
- Platos con distintos alimentos.
- Hierbas diversas, medicinas, remedios homeopáticos.
En general, pruebe con todo tipo de cosas, ordinarias y extraordinarias.
Comentarios
La técnica conocida como "prueba del músculo" se basa en la idea de que la fuerza de un músculo es mayor cuando se piensa en algo verdadero, o bien se sujeta algo que es "bueno" para uno mismo. Por el contrario, se supone que la fuerza del músculo disminuye si se sujeta el remedio inadecuado o si se está pensando en algo falso o perjudicial para la propia salud.
Por ejemplo, se pide a los pacientes que sujeten distintos recipientes con la mano izquierda, frente al corazón, y que estiren el brazo derecho horizontalmente. Entonces, el facultativo empuja la mano hacia abajo para examinar la fuerza del músculo deltoides (músculo del hombro).
Esta técnica tiene sus límites y no hay que pensar que sea un método universal de conocimiento, como algunos parecen creer. Aún así, es un hecho sorprendente que la resistencia del músculo es en ocasiones más fuerte o más débil, en función de lo que la persona piensa o sujeta.
En cuanto comience a percibir auras, descubrirá que pueden sentirse diferencias muy nítidas en la energía de la persona cuando piense en cosas diferentes o sujete sustancias distintas. Para notar esto no es preciso "ver" auras, es suficiente con sentirlas.
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